PRIMER DOMINGO DE CUARESMA. Ciclo "B"
La tentación de Jesucristo
1100-1150
Basílica de San Marcos
Venecia, Italia
«(...) Como el Señor todo lo hacia y sufría para nuestra enseñanza, quiso también ser conducido al desierto y trabar allí combate contra el diablo, a fin de que los bautizados, si después del bautismo sufren mayores tentaciones, no se turben por ello, como si fuera cosa que no era de esperar. No, no hay que turbarse, sino permanecer firme y soportarlo generosamente como la cosa más natural del mundo. Si tomaste las armas, no fue para estarte ocioso, sino para combatir. Y ésa es la razón por que Dios no impide que nos acometan las tentaciones.