Inicio » Content » SANTA GERTRUDIS, UNA MÍSTICA EUCARÍSTICA: PERSPECTIVAS PARA EL HOY (I)

Santa Gertrudis recibiendo la Eucaristía del mismo Cristo, Giovanni Battista Gaulli (Baciccio), 1690, óleo sobre lienzo (75 x 43 cm) Museo del Louvre, París, Francia.

 

Ana Laura Forastieri, ocso

Resumen: Los últimos Papas han propuesto el tema de la misericordia[1] como reflexión teológica y como actitud pastoral, en respuesta a los signos de los tiempos y en continuidad con la intención ya expresada en el Concilio Vaticano II de adoptar un nuevo tono y estilo en el anuncio y la práctica eclesial. En comunión con esta orientación, las Órdenes Monásticas postulan, desde hace algunos años, a santa Gertrudis de Helfta, como Doctora de la Iglesia, por ser la primera de las místicas ligadas a la revelación de la Divina Pietas. Vinculada al movimiento eucarístico del siglo XIII, Gertrudis es, además, una de las grandes místicas eucarísticas, para quien la eucaristía es la manifestación cumbre de la pietas Dei. Su doctrina eucarística resulta de interés hoy, no solamente porque ilumina aspectos del sacramento a partir de su experiencia mística, sino también, porque ella desarrolló entre sus contemporáneos un magisterio y un servicio de discernimiento pastoral en relación con la aptitud para recibir la comunión y la gravedad de las faltas, que hoy resultan plenamente vigentes por su discreción y sentido eclesial, e incluso contienen intuiciones y perspectivas que pueden iluminar la reflexión sobre la disciplina del sacramento eucarístico en nuestros días.

                                                                                                                              

Una clave fundamental del pontificado de Francisco es la misericordia, como núcleo de la identidad de la Iglesia y como respuesta a los signos de los tiempos; esta orientación marca la continuidad de su magisterio con el de los últimos Papas y con la intención del Concilio Vaticano II de adoptar un nuevo tono y estilo más dialogal en el anuncio de la fe[2].

El énfasis prioritario de la pastoral en la misericordia es también un signo eclesial que confirma la intuición que tuvieron las Órdenes Monásticas en 2011, al postular al Doctorado de la Iglesia a Santa Gertrudis de Helfta: la primera de las místicas ligadas a la revelación de la divina pietas. Esta causa contó desde el primer momento con el apoyo de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina[3] y la Sociedad Argentina de Teología[4].

Por su raigambre bíblica, patrística, litúrgica y monástica, la tradición ha reconocido a santa Gertrudis como teóloga y maestra de la misericordia divina, mientras que las místicas de los siglos posteriores vinculadas al misterio de la misericordia, se expresarán con matices más devocionales que teológicos. Gertrudis además, por estar ligada al movimiento eucarístico del siglo XIII, es también una de las grandes místicas eucarísticas, para quien la eucaristía es la cumbre de la manifestación de la pietas Dei. Su doctrina eucarística resulta de interés hoy, no solamente porque ilumina aspectos del sacramento a partir de su experiencia mística, sino también, porque ella desarrolló entre sus contemporáneos un servicio de discernimiento pastoral y un magisterio sobre la aptitud para recibir la comunión y la gravedad de las faltas, que hoy resultan plenamente vigente, por su discreción y sentido eclesial; su magisterio contiene, además, perspectivas que podrían iluminar la reflexión sobre la disciplina de este sacramento en nuestros días[5]. Cuanto más humanamente relevante es el interrogante que los tiempos plantean a la fe, más necesario es buscar en la tradición, las orientaciones que permitan encontrar respuestas para las situaciones actuales.

Presentaré en primer lugar a santa Gertrudis en su misión de heraldo de la misericordia divina; luego la ubicaré dentro del movimiento eucarístico del siglo XIII, exponiendo la situación de la práctica eucarística en su tiempo y dando una visión de conjunto sobre la actitud pastoral de la santa en este tema. Seguidamente extraeré de su doctrina los principios iluminadores que pueden orientar la reflexión actual, y concluiré con una consideración que retoma el problema desde otro ángulo, es decir desde la misión santificadora de la Iglesia.

 

1. Santa Gertrudis, Heraldo de la misericordia divina

Gertrudis recibió de Dios la misión de ser la receptora y mensajera de la divina pietas revelada en la humanidad de Cristo. La encarnación, y más precisamente el corazón humano y divino traspasado de Jesús, son para ella, el lugar teológico de la manifestación de la pietas Dei, de la misericordia divina. 

“Divina pietas” es la expresión clave de su obra, ya presente en el título de su libro, el “Legatus divinae pietatis”[6]. En el siglo XIII, el título de un libro evocaba su contenido. Los especialistas sostienen que la traducción más exacta de la expresión divina pietas en sus escritos es: “ternura divina”[7]. El Señor le dice, refiriéndose a esta obra: “Quiero tener en tus escritos un testimonio cierto de mi divina ternura” (L II 10,1).

Su experiencia personal de la divina pietas le da pie para desarrollar una doctrina espiritual llena de confianza y optimismo, en la que el ser humano es puesto en relación viva con Cristo y llamado a la más alta unión con Dios, ya desde aquí en la tierra. Seis siglos antes que santa Teresa de Lisieux, Gertrudis descubre el camino de infancia y desarrolla una teología del amor divino que, sin ceder nunca al laxismo, llama a una esperanza y confianza ilimitadas en Dios, y cuyo dinamismo realiza, sin tensiones, la integración de todo lo negativo que hay en el ser humano hasta su total transformación.

Así, aunque la misericordia como atributo fundamental de Dios, pudo haber pasado desapercibida para la teología sistemática tradicional, planteada en base a un esquema filosófico de origen griego[8], no obstante, como misterio central de la fe, ha estado siempre viva en la Iglesia, a través de los místicos y místicas que han hecho experiencia viva de la Palabra de Dios. Entre santa Gertrudis y santa Faustina Kowalska se tiende un arco que muestra la continuidad y permanente vigencia del anuncio de la Divina pietas a lo largo de la historia de la Iglesia.

Gertrudis se ubica en el origen de la cadena de místicas ligadas a la revelación de la misericordia divina, y sus escritos influyeron directa o indirectamente en toda la gama de místicas posteriores que encarnaron la doctrina del Sagrado Corazón de Jesús o de la misericordia, según sus propios tiempos y culturas. Sin embargo, la perspectiva antropológica de Gertrudis, más cercana a la tradición patrística, le permitió mantener una actitud espiritual equilibrada y luminosa, libre de los acentos doloristas que aparecen en las místicas posteriores, las cuales no escaparon a la influencia de las concepciones antropológicas pesimistas que surgieron a partir de la reforma protestante, especialmente el jansenismo. La visión serena y optimista de Gertrudis sobre la acción de la gracia en el ser humano resulta muy oportuna para el contexto cultural global actual, marcado por el desaliento, la desorientación y la falta de sentido.

Continuará

 


[1] Comunicación presentada al Congreso Teológico Internacional organizado por la Facultad de Teología de la UCA y la Sociedad Argentina de Teología, con motivo de celebrarse el centenario de la fundación de la Facultad de Teología de la UCA y los 50 años del Concilio Vaticano II, bajo el tema: “El Concilio Vaticano II: Memoria, presente y perspectivas”, Buenos Aires, 1-3 de septiembre de 2015. La autora es monja del Monasterio Trapense Madre de Cristo, Hinojo, Argentina, y colabora desde 2012 en la promoción de santa Gertrudis al doctorado de la Iglesia.

[2] Cf. “Misericordia, palabra clave de este pontificado” en: Walter Kasper: El Papa Francisco, revolución de la ternura y el amor. Raíces teológicas y perspectivas pastorales. Sal terrae, Buenos Aires, 2015, 53-60.

[5] Un tema teológico y pastoral candente al momento de este Congreso era la reflexión sobre la admisión a la comunión sacramental de personas en situación matrimonial irregular, en vistas a la XIV Asamblea ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre el tema de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo. En el ámbito de la Sociedad Argentina de Teología se había evacuado la consulta sinodal y se habían estudiado los Lineamenta o documento de trabajo del Sínodo, donde, entre otros temas, los Padres sinodales expresaban la necesidad de “una profundización de la temática que haga emerger la peculiaridad de las dos formas [de comunión eucarística: sacramental y espiritual] y su conexión con la teología del matrimonio” (Lineamenta, 53). Después del Sínodo esta cuestión fue resuelta de fondo por el Papa Francisco en la Exhortación Postsinodal Amoris Laetitia sobre el Amor en la Familia (en adelante AL), donde desarrolla criterios de discernimiento pastoral guiados por el principio de misericordia y deja librado al juicio de cada Obispo en su diócesis, la decisión sobre la admisión a la comunión sacramental de personas en situación matrimonial irregular, evaluando caso por caso y atendiendo a las circunstancias atenuantes (cf. AL 291-312).

[6] Legatus Divinae Pietatis es la obra de recopilación sobre la vida de Gertrudis. Consta de cinco libros, de los cuáles solo el Libro II está escrito por Gertrudis; los restantes son obra de una monja, que dio redacción final a los recuerdos transmitidos por la santa. En adelante lo cito: L, seguido de número romano, para indicar el libro, y de números arábigos, para indicar sucesivamente el capítulo y los parágrafos. La otra obra de Santa Gertrudis es Exertitia Espiritualia; en adelante Ex, seguido del número de Ejercicio. La edición crítica latina de las obras completas de santa Gertrudis es: Gertrude d´Helfta, Oeuvres Spirituelles, Tomo I, Les Exercices, Sources Chrétiennes N° 127, Paris, Du Cerf 1967; Tomo II: Le Héraut Livres I et II, Sources Chrétiennes N° 139, Paris, Du Cerf, 1968; Tomo III: Le Héraut Livre III, Sources Chrétiennes 143, Paris, Du Cerf, 1968; Tomo IV: Le Héraut Livre IV, Sources Chrétiennes 255, Paris, Du Cerf, 1978; Tomo V: Le Héraut Livre V, Sources Chrétiennes 331, Paris, Du Cerf, 1986. Existen dos versiones en español, a saber: Santa Gertrudis de Helfta, Mensaje de la misericordia divina (El Heraldo del Amor Divino), Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1999; Los Ejercicios, Burgos, Monte Carmelo, 2003; El Mensajero de la Ternura Divina. Experiencia de una mística del siglo XIII. Tomo I (Libros 1-3) y Tomo II (Libros 4-5), Burgos, Monte Carmelo, 2013.

[7] Cf. Olivier Quenardel, OCSO, «La Communion Eucharistique dans Le Héraut de L’Amour Divin. La divina pietas», Cîteaux 44 (1993), 253-286.

[8] Cfr. Walter Kasper: La misericordia. Un tema olvidado en la teología. Sal terrae, Santander, 2012.