Inicio » Content » SANTA GERTRUDIS, ENTRE LA TRADICIÓN DE LA FILOCALIA Y EL MENSAJE DE SANTA FAUSTINA KOWALSKA (VII)

Sebastián Salcedo, Visión de Santa Gertrudis sobre Cristo atado a la columna,

retablo lateral de la Virgen de los Dolores,

Templo de la Enseñanza, México DF, Conaculta, INAH, México.

 

Bernard Sawicki, OSB[1]

1.3 La misericordia (Diario de santa Faustina Kowalska)

La estructura de perfil de este tema clave[2] se asemeja al perfil del amor en la obra de santa Gertrudis. El primer nivel, triple, se concentra en la característica de la misericordia (no sobre «su finalidad», como teníamos en el caso del amor gertrudiano), sus modos de obrar (análogamente a la obra de Gertrudis), sus perspectivas (que son algo más que un mero «efecto» del amor en la obra de Gertrudis). Se pude decir que este perfil resulta de la especificidad teológica de la misericordia, que es el atributo de Dios, más bien que, como el amor, una realidad compartida con el hombre (aunque proveniente de Dios). Mientras que el amor está de modo natural en el corazón humano, la misericordia debe ser suscitada, y, por tanto, es un desafío. Por eso ella requiere una presentación o, como la hemos llamado, una caracterización. En el «Diario» la misericordia se presenta en sus categorías teológicas: su fuente es Dios mismo, es inconcebible, salvadora, inagotable, sin medida, tiene varios grados y formas de manifestación, produce variados efectos, pero pude ser también rechazada. Su «modo de obrar» está muy ligado a su característica teológica: Jesús se empeña en la misericordia, esta cuenta entre otros atributos de Dios -como la justicia, pero también la ira, que la misericordia puede aplacar. La misericordia obra a través de la celebración de su fiesta (tan querida por Jesús); se vincula a veces con la violencia y el sacrificio, es universal, pero requiere también el esfuerzo humano (y santa Faustina es un ejemplo de ello). Como el corazón y el amor se transforma durante el camino espiritual, la misericordia debe llegar -descender del cielo- para llenar, penetrar y llevar a todos a Dios. Sus perspectivas tienen, por tanto, un carácter puramente teológico en la clave soteriológica: conversión de todos, humillación ante la misericordia, glorificación de Dios, transformación en la misericordia, confiarse a ella, misión de la misericordia, meditación en ella y oración para pedirla. La asimetría final es total: todos y todos deben ser finalmente sumergidos en la misericordia -en contraste con el amor descripto por Gertrudis, que permanece como relación íntima de dos personas. El mensaje de Faustina es radical, total y prevalentemente teológico.

 

1.3.1 Características de la misericordia

Si bien el lenguaje y las metáforas que usa santa Faustina son más simples que las de santa Gertrudis, podemos especificar algunas dominantes. La primera es la fuente: la Sangre y el Agua «brotan del Corazón de Jesús como fuente de misericordia para nosotros»[3]. Dios mismo es fuente de misericordia[4], es precisamente «la misericordia personificada»[5], pero la misericordia de Dios es también “manantial que brota del misterio de la Santísima Trinidad»[6]. «El amor más grande es el abismo de la misericordia»[7]. La misericordia es «la flor del amor» y “la acción de Dios»[8] -aunque en otro lugar santa Faustina dice que «el amor de Dios es la flor y la misericordia es el fruto»[9]. «La misericordia corona todas las obras de Dios»[10], el Cordero de Dios es su trono[11]. Es «el máximo atributo de la divinidad», «venida al mundo en la persona del Verbo encarnado», encerrada en al misterio de la encarnación del Hijo de Dios[12] y «contenida en el Corazón de Jesús»[13]. Esta última imagen es muy cercana al lenguaje de santa Gertrudis. En el Diario de santa Faustina, la imagen de la fuente se vincula con el Corazón de Jesús perforado por la lanza[14]. La misericordia de Dios surge «de la herida abierta en el Corazón de Jesús»[15] o de sus llagas[16]. El Corazón de Jesús y sus entrañas están repletas, rebosantes de misericordia[17].

De esta fuente las almas pueden obtener las gracias únicamente con el recipiente de la confianza[18]. De la misericordia surge «toda vida y felicidad», «milagros y hechos excepcionales», «nuestra felicidad y nuestra gloria»[19]. «Las fuentes salvíficas de la misericordia […] reconfortan a las almas débiles durante la peregrinación de la vida»[20].

Otro aspecto de la misericordia que santa Faustina subraya frecuentemente, es su carácter inconcebible. Incluso la fuente de la misericordia es inconcebible[21]. La misericordia es también incomprensible[22], insondable[23], tan grande que ninguna mente, ni humana ni angélica, podrá desentrañarla, ni aunque se esforzara en ello por toda la eternidad[24], maravilla para los ángeles[25], supera totalmente la inteligencia de los ángeles y de los hombres todos juntos[26], es inalcanzable, llena de asombro las mentes de los hombres y de los ángeles[27]. La misericordia es un abismo[28]. De estas características resulta su carácter inagotable[29] sin medida[30]. Pero, no obstante ello, santa Faustina distingue tres grados en la misericordia: la obra de la misericordia, la palabra de misericordia y la oración[31]. La misericordia no puede dejar de manifestarse. Esto simbolizan los dos rayos representados en la imagen del Jesús misericordioso, pintado según las indicaciones de santa Faustina[32]. Como santa Gertrudis, pero de distinto modo, santa Faustina vincula el mensaje de la misericordia con la Eucaristía. En la sagrada hostia ella contempla y adora los diversos aspectos de la misericordia[33].

Faustina augura que la misericordia resuene para Dios «de toda la extensión de la tierra y se alce hasta los pies de Su trono»[34]. La manifestación inevitable de la misericordia se vincula con su carácter salvífico. Es la base de la confianza[35] y está ligada a la obra de la misericordia pedida por el Señor[36], que, sin embargo, implica también el dolor[37] y el rechazo[38]: es la experiencia de Jesús, pero compartida con las personas que lo aman. Como antes se ha dicho, este tema es común a los tres textos que estamos analizando y lo trataremos en la última parte de esta reflexión.

A las características de la misericordia de Dios pertenece también su poder eficiente. En su texto, santa Faustina describe los «frutos directos» de la misericordia, que son diversos de las perspectivas de la misericordia que presentaremos al final de este apartado y que implican un contexto teológico más amplio. Las creaturas viven «por el abismo de la misericordia de Dios»[39] que «las llama a la existencia»[40]. «La misericordia es la vida de las almas»[41]. «Todos los ángeles y los hombres han salido de las entrañas de la misericordia divina»[42], así como también, todo lo que existe[43]. La misericordia ayuda también en las vicisitudes de la vida: «nos sigue en todo momento de la vida», «como un hilo de oro, que acompaña por toda la vida y mantiene los vínculos de nuestra existencia con Dios en todos los campos»[44], «nos reconforta de toda miseria», «es reposo de los corazones y serenidad en el miedo», es “dulce alivio de los corazones destrozados»[45]; además, “nos defiende del fuego del infierno», «nos da la vida inmortal», «convierte a los pecadores empedernidos», es «la única esperanza de las almas desesperadas», «delicia y éxtasis de las almas santas», e «infunde esperanza contra toda desesperanza»[46]. La misericordia «hace desaparecer entre nosotros el abismo que separa al Creador de la creatura»[47]. Es un mar que convierte a los pobres pecadores[48].

Vemos que las metáforas e imágenes que usa santa Faustina, al final, se encuentran, giran una en torno a la otra, se constelan todas para caracterizar mejor la misericordia divina.

Continuará

 


[1] Monje de la Abadía Benedictina de Tyniec (Cracovia) en Polonia, licenciado en teoría de la música y piano; doctor en teología. Entre los años 2005-2003 fue abad de Tyniec. De 2014 a 2018 fue coordinador del Instituto Monástico de la Facultad de Teología del Pontificio Ateneo San Anselmo en Roma.

[2] Continuamos publicando aquí la traducción íntegra de las actas del Congreso: «SANTA GERTRUDE LA GRANDE, “DE GRAMMATICA FACTA THEOLOGA”. Atti del Convegno organizzato da Istituto Monastico della Facoltà di Teologia Pontificio Ateneo Sant’Anselmo, Roma, 13-15 aprile 2018. A cura di Bernard Sawicki, O.S.B., Ruberval Monteiro, O.S.B., ROMA 2019», Studia Anselmiana 178, Pontificio Ateneo S. Anselmo, Roma 2019. Agradecemos el permiso de Studia Anselmiana. Tradujo la hna. Ana Laura Forastieri, OCSO. Cfr. el programa del Congreso en: http://surco.org/content/congreso-santa-gertrudis-grande-grammatica-facta-theologa

[3] «Oh sangre y agua que brotas, confío en Ti». (Diario 24; se sigue el texto italiano de la obra de santa Faustina en su versión on-line: http://www.mondocrea.it/wp-content/uploads/2017/02/diario-di-Santa-Faust..., [acceso: 10-5-2018]).

[4] «Te he reconocido, oh Dios, como fuente de la misericordia, en la cual se reaviva y nutre toda alma» (Diario 158). En el Diario, la misericordia de Dios se escribe siempre con mayúscula. Hecha esta aclaración, aquí conservaremos la minúscula en todos los casos.

[5] 136 «Tú eres la misericordia personificada, como Tú mismo me has dicho» (Diario 105).

[6] Diario 233.

[7] Diario 60.

[8] Diario 168.

[9] Diario 232.

[10] «Todas las obras de mis manos están coronadas por la misericordia» (Diario 84). «La misericordia es la coronación de tus obras» (Diario 133).

[11] Cf. Diario 305.

[12] Cf. Diario 323.

[13] Diario 233.

[14] «La fuente de mi misericordia ha sido abierta en la cruz, por la lanza, para todas las almas: no he excluido a ninguna» (Diario 272).

[15] Diario 233.

[16] «De todas mis llagas brota la misericordia para las almas como arroyos; pero la llaga de mi corazón es el manantial sin límites de la misericordia» (Diario 273).

[17] «Mi corazón rebosa de mucha misericordia para las almas y sobre todo para los pobres pecadores […] Para ellos ha brotado de mi corazón sangre y agua, como de una fuente sobreabundante de misericordia» (Diario 101). «Estos constituyen una defensa frente a la justicia del Padre Celestial, e impetran la misericordia para el mundo» (Diario 101). «Mi corazón está colmado de piedad y de misericordia para todos» (Diario 267). “Mis entrañas están llenas de misericordia, que se difunde sobre todo lo que he creado. Mi delicia consiste en obrar en las almas de los hombres, llenarlos de mi misericordia y justificarlos» (Diario 430).

[18] Cf. Diario 391.

[19] Diario 233.

[20] Diario 330.

[21] Cf. Diario 1, 233.

[22] Cf. Diario 2, 233.

[23] «Has mostrado el abismo insondable de tu misericordia que ninguna mente, ni humana ni angélica, ha logrado jamás comprender» (Diario 99-100), 233.

[24] Cf. Diario 178.

[25] Cf. Diario 233.

[26] Cf. Diario 20.

[27] Cf. Diario 202.

[28] «La conciencia de mi miseria me hace conocer al mismo tiempo el abismo de tu misericordia» (Diario 16).

[29] «Podrán cambiar cielo y tierra, pero la misericordia de Dios no se agota» (Diario 21) «Oh Dios Eterno, cuya misericordia es infinita y el tesoro de tu compasión inagotable, míranos benigno y multiplica sobre nosotros tu misericordia, para que no desesperemos en los momentos difíciles, ni perdamos el ánimo, sino que, con gran confianza, nos sometamos a tu santa voluntad que es amor y la misma misericordia» (Diario 233).

[30] «Todo pasará, pero su misericordia es sin límites y sin término. Aunque la maldad llegue al colmo de su medida, la misericordia es sin medida» (Diario 115).

[31] «Tú mismo me ordenas ejercitarme en los tres grados de la misericordia: Primero, las obras de misericordia, de cualquier género que sean. Segundo, la palabra misericordiosa: si no pudiera con la acción, lo haré con la palabra. El tercer grado es la oración: si no pudiera demostrar mi misericordia, ni con la acción ni con la palabra, podré siempre hacerlo con la oración» (Diario 54). «Te propongo tres modos para mostrar misericordia hacia el prójimo: el primero es la acción, el segundo es la palabra y el tercero la oración. En estos tres grados se esconde la plenitud de la misericordia y es una demostración irrefutable de amor hacia mí. De este modo el alma exalta y rinde culto a mi misericordia» (Diario 186).

[32] «Ambos rayos salieron de lo íntimo de mi misericordia, cuando en la cruz mi corazón, ya en agonía fue traspasado por la lanza» (Diario 84). «De esa fuente de misericordia han salido los dos rayos, o sea la sangre y el agua, que, con la inmensidad de su gracia, inundan el mundo entero» (Diario 302).

[33] «¡Oh hostia santa, en la que está contenido el testamento de la divina misericordia, para nosotros y especialmente para los pobres pecadores! ¡Oh hostia santa, que contiene el Cuerpo y la Sangre del Señor Jesús, como demostración de su infinita misericordia hacia nosotros, pero especialmente hacia los pobres pecadores! ¡Oh hostia santa, que contiene la vida eterna y la infinita misericordia concedida en abundancia a nosotros, pero especialmente a los pobres pecadores! ¡Oh hostia santa que contiene la misericordia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo hacia nosotros, pero especialmente hacia los pobres pecadores! ¡Oh hostia santa, que contiene el precio infinito de la misericordia, que pagará todas nuestras deudas, pero especialmente las de los pobres pecadores! ¡Oh hostia santa, que contiene la fuente de agua viva que brota de la misericordia infinita para nosotros, pero especialmente para los pobres pecadores! ¡Oh hostia santa, que contiene el fuego del amor más puro, que arde en el seno del Eterno Padre, como de un abismo de misericordia infinita, para nosotros, pero especialmente a los pobres pecadores! ¡Oh hostia santa, que contiene la medicina para todas nuestras debilidades, que surge de la misericordia infinita como de una fuente, para nosotros y especialmente para los pobres pecadores! ¡Oh hostia santa que contiene el vínculo de unión entre Dios y nosotros, gracias a la infinita misericordia, para nosotros y especialmente para los pobres pecadores!» (Diario 97/98).

[34] Diario 206.

[35] «He puesto la confianza en el mar de tu misericordia y sé que mi esperanza no será defraudada» (Diario 20).

[36] Cf. Diario 26.

[37] «Mi corazón está dolorido -ha dicho Jesús- porque ni aún las almas elegidas no comprenden cuán grande es mi misericordia» (Diario 104).

[38] «Las llamas de la misericordia me queman: quiero volcarlas sobre las almas, pero muchas de ellas no quieren creer en mi bondad» (Diario 255).

[39] Diario 25.

[40] Diario 419.

[41] Diario 158.

[42] Diario 168.

[43] «Todo lo que existe ha salido de las entrañas de mi misericordia. Cada alma reflejará para toda la eternidad mi amor y mi misericordia. La fiesta de la misericordia ha salido de mis entrañas» (Diario 178). “Todo lo que existe está encerrado en las entrañas de mi misericordia más profundamente que un bebé en el vientre materno» (Diario 255).

[44] Diario 330, 357.

[45] Diario 233.

[46] Ibid.

[47] Diario 409.

[48] Cf. Diario 227.