Inicio » Content » DOMINGO 16° DURANTE EL AÑO. Ciclo "B"
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Cristo, Buen Pastor

Siglo IV

Roma

“... Al bienhechor lo reconocemos por los mismos beneficios que hemos recibido, porque si miramos a los hechos, gracias a ellos concluimos por analogía la naturaleza del bienhechor. Si el amor a la humanidad es una marca propia de la naturaleza divina (...), ya tienes la causa de la presencia de Dios entre los hombres.

Nuestra naturaleza, enferma, tenía necesidad del médico; el hombre, caído, necesitaba de alguien que lo levantara; el que estaba sin vida necesitaba del que da la vida; el que había resbalado fuera de la participación del bien necesitaba de quien lo devolviera al bien; el preso en la oscuridad anhelaba la presencia de la luz; el cautivo buscaba al redentor, el presidiario al defensor, el subyugado en la esclavitud al libertador. ¿Es que esto era poca cosa y sin importancia para hacer que Dios se molestara en bajar a visitar la naturaleza humana, puesto que en tal estado de miseria y desgracia se hallaba la humanidad?”[1].

 


[1] San Gregorio de Nisa, La Gran Catequesis, XV,2-3; trad. en Gregorio de Nisa. La Gran Catequesis, Madrid, Ed. Ciudad Nueva, 1990, pp. 77-78 (Col. Biblioteca de Patrística, 9). Ignoramos la fecha de nacimiento de Gregorio (no antes del 331) y de su muerte; porque perdemos su rastro después del 394. Fueron su madre y, aún más, su abuela Macrina y su hermana mayor, Macrina la Joven, quienes transmitieron a Gregorio el legado de la fe. Sabemos asimismo que guió sus estudios su hermano Basilio. Gregorio ejerció por un tiempo la función eclesiástica de lector y debió pasar temporadas con los miembros de su familia que habían abrazado la vida monástica. Sin embargo abandonó el lectorado para dedicarse a la enseñanza de la retórica. Se discute si contrajo matrimonio con una tal Teosebia o ésta fue una hermana pequeña que vivió con él hasta su muerte. Sus confidencias en el “Tratado sobre la virginidad” sugieren que sí estaba casado. Su hermano Basilio, lo reintegró en el servicio eclesiástico al ordenarlo obispo. Gregorio, pese a su reluctancia, recibió la ordenación episcopal para la sede de Nisa (Asia Menor) en el año 372.