Inicio » Content » BAUTISMO DEL SEÑOR

 

«En la solemnidad precedente Cristo se nos mostraba en la imperfección de la infancia, signo de nuestra propia imperfección; pero en la festividad que hoy celebramos lo vemos llegado ya a la perfección de su madurez, lo que designa de un modo velado la perfección de aquel que procede del que es perfecto por esencia. Antes, el que es Rey se revistió de la púrpura del cuerpo humano; ahora, el que es la fuente cubre y reviste, por así decirlo, las aguas del río.

Contemplen estas nuevas y estupendas maravillas: el sol de justicia se baña en el Jordán, el fuego se sumerge en el agua, Dios es santificado por ministerio de un hombre.

Hoy toda la creación prorrumpe en este himno: “Bendito el que viene en nombre del Señor”. Bendito el que viene en todo tiempo, porque no es ésta la primera de sus venidas...

Consideren este admirable y nuevo diluvio, superior en todo al que tuvo lugar en tiempos de Noé. Porque entonces el agua del diluvio destruyó al género humano; pero ahora el agua del bautismo, con la eficacia que Cristo le comunica al ser él bautizado, retorna los muertos a la vida. Entonces una paloma, llevando en su boca un ramo de olivo, designaba la fragancia del olor de Cristo Señor; pero ahora el Espíritu Santo, al venir en forma de paloma, pone de manifiesto al mismo Señor de la misericordia» (san Proclo de Constantinopla [+ 446]).

 

Aviso: A partir del 15 de enero próximo comenzará, en nuestra página de inicio, la publicación de diversos aportes sobre santa Gertrudis. Y se creará una “pestaña” nueva, dedicada a ella, en la que luego se podrá encontrar todo ese material.

Los Textos para la vida monástica cristiana aparecidos hasta la fecha se han reunido en un solo archivo, el cual se puede ver en la sección Fuentes.

Se proseguirá con la traducción de la Regla del Maestro. Podrán verse los nuevos capítulos, a medida que se publiquen, en la "pestaña" SURCO.