Cuadernos Monásticos Nº 36

Editorial

El Emmo. Sr. CARDENAL EDUARDO PIRONIO, Prefecto de la Sagrada Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares, antes de partir para Roma nos dejó un breve mensaje:

Vivir la Iglesia.

Ser profundamente interiores y contemplativos.

Vivir en la esperanza.

- “Los monjes deben ser como el mar: profundo, sin horizontes; y amar a la Iglesia, a la Iglesia concreta, la que preside el Papa. Vivir el misterio de la Iglesia, sólo en su interior tiene sentido el misterio de la vida consagrada.”

- “Los monjes deben vivir serenamente interiores, almas que rumian la Palabra, que se entregan a la Palabra. Formar comunidades verdaderamente orantes. Ser para los hombres de hoy maestros y maestras de oración”.

- “Los monjes deben ser testigos, profetas de esperanza que no se fatigan nunca, que mantienen viva la esperanza.” “¡Caminemos juntos en la esperanza! En realidad, es esta una palabra muy repetida... Es que, en definitiva, el Señor repite siempre las mismas cosas. Lo grande no es lo repetido. Lo grande no es tampoco innovar o cambiar las cosas: lo grande es decir todos los días, de un modo nuevo, con sentimientos nuevos y partiendo de un corazón nuevo, la misma sencillez de las cosas nuestras. ¡Enmendar nuestras vidas! Entonces yo les grito otra vez la esperanza. La esperanza que es vigilia...”.

Cuadernos Monásticos 36, así como los próximos de este año 1976, pretenden responder a estas palabras del Cardenal Pironio, presentando una serie de temas concernientes a la espiritualidad monástica. Los mismos ayudarán a los monjes a ahondar en su identidad; y a quienes no lo son, a conocer algo de la vida monástica en lo que ella tiene de más interior y de más estable.

Quiera Dios que este esfuerzo de Cuadernos Monásticos nos haga a todos más vivos y fieles en la Iglesia, más orantes y contemplativos y más abiertos a una confiada y alegre esperanza.

La Dirección